¿Racional o Pasional?

A propósito de febrero y la celebración (para mí, meramente comercial) de San Valentín...estos días he tenido varias conversaciones con diferentes personas que me han llevado a la misma conclusión...lo que quiero vs. lo que necesito.

Y si, me refiero a los temas de relaciones amorosas, y no vayan a creer que soy un ser humano calculador o frío, lo que sucede es que uno aprende de todas las experiencias, muchas o pocas, que se viven día a día.

Entonces, me hago la pregunta...¿nosotros, los seres humanos, somos más racionales o más pasionales?

Yo puedo responder basandome en experiencias de personas que me rodean, y por no decir que todos, puedo afirmar que la mayoría somos seres pasionales. Pero ¿qué sucede, cuando esa pasión no va de la mano con lo racional, con lo que necesitamos, con lo que nuestro inconsciente nos pide que busquemos?

Aquí entonces inicia el gran conflicto, lo que quiero, lo que deseo, lo que siento que me complementa versus lo que necesito como ser humano, lo que de verdad me complementa, y lo que a lo largo del camino me brindará lo mejor.

¿Cuál de las dos opciones crees que es mejor? ¿ser racional o pasional?

Imaginemos un minuto cómo sería nuestra vida sin tantísima pasión, pero con lo que de forma racional necesitamos.

Ahora supongamos la dirección contraria...una vida totalmente pasional, pero nada de razón.

He aprendido en mis cortos 24 años, que la vida debe llenarse de experiencias, para de esta forma poder solucionar todo aquello que de forma consciente o no, se nos presente en el camino y el futuro, pero puedo afirmar, que llega un momento donde toca dejar de pensar lo que queremos y buscar más de lo que necesitamos, de lo contrario, estaremos todo el tiempo en el mismo circulo vicioso.

Si, existen excepciones, porque toda regla las tiene, pero partiendo de la mayoría de casos, si nos llevaramos más de la vocecita que nos habla de vez en cuando dentro de nuestro cerebro, (no, yo admito que rara vez le hago caso), las cosas para todos nosotros serían diferentes.

Cuando pensamos más, en vez de llevarnos por ciertas "pasiones de momento", y sentimientos, a veces hasta negativos...cuando bajamos la guardia con todo lo que es pasional; sin darnos cuenta desactivamos lo que me gusta llamar, bombas emocionales, a punto de estallar. La razón nos permite controlar más aquello de lo que podemos arrepentirnos, o quizás no.

Entonces, ¿sentir o entender? Esa es la cuestión...

¿Sabías que cuando entendemos algo, y se daña, maltrata, simplemente deja de funcionar...precisamente, porque tenemos razón sobre eso, es más facil encontrar la solución?

Supongamos que hemos comprado un nuevo Smartphone, la mayoría de estos viene con un manual de instrucciones...pongamos el caso más simple de todos y más común, descargar música. Te empiezas a cuestionar cómo carajos puedes tener tus playlists favoritos, y que no sea por medio de una aplicación pagada...Cuando logras entender, o cuando sabes de forma racional, lo que debes hacer, de forma rápida, conseguirás la solución.

Lo mismo pasa en la vida diaria, sobre todo en pareja; cuando entendemos, comprendemos, cuando nos calmamos, pensamos en frío, es más afcil solucionar los problemas. Ahora bien, ¿cuántos conflictos no tenemos por actuar de forma explosiva y guiarnos por el momento? y también...¿cuántas discusiones sin sentido nos podemos evitar cuando pensamos detenidamente antes de actuar?

Cuando llega el momento de tomar una decisión, debemos tener presente que esta cambiará el ritmo de vida que llevemos, ya sea de forma drástica y abrumadora, o de forma sencilla, pero cada decisión que tomamos trae consigo consecuencias. Por lo tanto, es mejor hacerlo de forma fría y racional. En estos casos, esta será nuestra mejor arma y aliada.

Pero, ¿qué sucede cuando la reacción es de momento, por instinto y solo pasional?

Entonces, aquí estamos expuestos a cometer errores (aunque desde que despertamos somos propensos a esto) y tomar malas decisiones. Y no, no quiero decir que ser racionales nos evitará cometer errores, pero estoy segura que cambiará la intensidad de estos.

Debemos aprender cuándo utilizar la pasión y cuándo la razón. Entender y comprender antes de accionar y reaccionar. Empezar a distinguir entre lo que quiero y lo que necesito y hacernos la pregunta ¿cómo afectará o enriquecerá esto mi vida?

En conclusión, aprendamos a desactivar esas bombas emocionales a segundos de estallar, que solo consumen nuestro ser, y seamos más conscientes al momento de tomar aquellas decisiones que pueden cambiarnos totalmente o dejarnos estancados en el mismo lugar.

A veces solo es cuestión de saber con quién y a cuál barco subirse.

Y tú, ¿eres racional o pasional?

xoxo,

Génesis