Dream It!
- Génesis Ruiz
- 16 ene 2018
- 3 Min. de lectura

Antes de iniciar
¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!
Dicen que vale más tarde que nunca.
Ya el 2018 lleva quince días de haber iniciado, la cantidad suficiente para saber qué queremos lograr este año, y cuáles son nuestros propósitos. Algunos los tienen ya más definidos que otros, pero eso no quiere decir que no sepamos hacía donde vamos, asi sea hacía la nada.
El 2017 la mayoría de nosotros lo catalogó como un año lleno de experiencias nuevas, de aprendizaje, y de nuevos retos que, los hayamos ganado o no, en todos encontramos algo que aprender. Al final de la jornada, esa es la parte que más peso tiene...lo que aprendimos.
Esta vez, solo pasé por aquí a enviarles buena vibra a cada una de las personas que me leen, y que sepan que no están solos, aunque en ocasiones lo parezca.
Mi consejo para este 2018, más que logros laborales, escolares, universitarios, profesionales, y alguno que otro personal, pero todos encaminados al ámbito material, es que nos enfoquemos en el más importante de todos los objetivos...CONOCERNOS.
¿Cómo lo hacemos?
Quizá de la forma más fácil que pueda existir, pero a la vez tan dificil que a muchos se nos complica...OBSERVANDO Y ESCUCHÁNDONOS A NOSOTROS MISMOS.
Todos tenemos planes cada vez que inicia un nuevo año, pero muy pocos llevan entre sus listas, tener la meta de trabajar para sí a nivel personal, me refiero a nuestra actitud, trabajar en nuestro positivismo, evaluar nuestros propios objetivos personales, la forma incluso en cómo reaccionamos y accionamos a los obstáculos que se nos presentan de forma diaria.
¿Cuándo fue la última vez que te detuviste a observar tanto, que terminaste dandote cuenta hasta de cosas que no existen, pero por nuestro diario vivir tan agitado, ni siquiera lo notamos? ¿Cuándo fue la última vez que disfrutaste tu propio silencio? ¿Recuerdas la última vez en que saboreaste el sabor de tu chocolate favorito? Pero hablo de disfrutarlo en serio, no un par de mordidas, "que rico estaba", y ya...Apuesto que muchas respuestas serán negativas, ¿por qué? Por el hecho de que nos sumergimos tanto en las metas materiales, que olvidamos las espirituales y personales.
¿Por qué como objetivo principal, no nos establecemos el de ser mejor persona? ¿Por qué no experimentamos el sabor de una vida sin prejuicios? ¿Por qué simplemente no amamos, sin tantas ataduras?
Este 2018 debe ser un año para liberar cargas, que en realidad no son tan pesadas como nosotros lo imaginamos.
Dediquemos parte de este año a amarnos, a cuidarnos, a entendernos y a ponernos por delante de muchas cosas. Recordemos que si nuestra mente, alma y corazón están en armonía, nuestro universo alrededor de nosotros, se moverá de la misma forma.
Optemos por antes de conseguir ese ascenso laboral tan anhelado, por comprender mejor las necesidades que tengo como ser humano y no superficial y material, descubramos cuáles son nuestras imperfecciones, curemos las que se puedan, y trabajemos para mejorar las demás.
Cuidemos de los demás, pero sin dejar jamás de cuidar de nosotros mismos.
Amemos, escuchemos, comprendamos, pero nunca nos olvidemos de nuestra persona, y que somos seres que también merecemos ser comprendidos.
Soltemos aquellas ataduras, que quizá no nos pertenecen tanto como creemos ni nos tienen tan atados como nosotros pensamos.
Recordemos que las apariencias que hemos intentado llevar hasta ahora, en algún momento determinado se pincharan como un globo en una caja de alfileres. Y todo pasará a ser nada. Entonces, ¿qué es mejor que ser uno mismo?
Intentemos ser LIBRES y tengamos el coraje de enfrentarnos a nuestra persona antes de enfrentar el mundo.
Trabajemos antes que nada, por mejorarnos, y nuestro entorno paulatinamente se acomodará a nuestras necesidades.
xoxo,
Génesis
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